Nombre completo:Edvige Elisabetta.
Apellidos:Gianetti Bocelli.
Grupo: Clase Alta-Media.
Título: Duquesa.
Edad:24 años.
Sexualidad: Heterosexual.
Religión: Católica devota a tus ojos; atea como ella sola.
Originario/a de: Italia.
Descripción Psicológica: Edvi, como cariñosamente le llamaban, nunca fue la persona más equilibrada del mundo y por lo tanto no podemos esperar que su descripción sea simple. Edvige posee un carácter bipolar; puede mantenerse serena y hasta ajena de las situaciones y de repente puede estar de lo más inestable, gritando a diestra y siniestra. A pesar de esto, ella jamás admitiría que tiene un problema, ¿Cómo admitiría algo así alguien tan orgulloso? Oh si, porque a pesar de parecer muy modesta (e incluso en alguna que otra ocasión serlo en verdad) Edvi tiene un orgullo del tamaño de los jardines reales. Sin embargo, el ser tan orgullosa no siempre es ventajoso, ni siquiera provechoso. Fueron muchas las ocasiones en que ella tuvo que tragarse su orgullo, su verdadero orgullo, para afrontar ciertas situaciones y aunque le supo horrible no sería extraño que lo volviera a hacer.
Sin embargo, el orgullo no es del todo negativo para Edvige. Aquella mujer es toda una aventurera, quizás demasiado para una dama de su clase según dicen, pero una aventurera al fin y al cabo y el hecho de tener semejante carácter no ha hecho más que estimularla en sus aventuras. Es una gran rebelde en su interior, aunque su fachada muestra una a una mujer extremadamente devota de su religión y protectora de su posición. Al menos, en cuanto al primer aspecto, Edvige es todo lo contrario. En cuanto a lo segundo… nadie puede culparla, el dinero mueve al mundo y eso incluye su mundo.
Descripción Física: - Spoiler:
Historia: Edvige nació en el seno de una familia de nada menos que duques en Italia, siendo el fruto de muchos intentos fallidos y muchos conflictos para conseguir a la añorada prole del duque. Su llegada no fue demasiado festejada, hay que decir. Se acusó en varias ocasiones a su madre por no poder cumplir su “deber” como mujer y esposa del duque, pero la cruda verdad es que la mayor parte del problema provenía del duque. Como fuera, no ahondaremos más en esos temas y regresaremos a Edvige, la pequeña añorada y a la vez rechazada.
A falta de alguien mejor, y tras años de meditación, su padre decidió enseñarle algunas cosas con respecto a la defensa y al manejo de armas como sus preciadas espadas, y hay que añadir que a Edvi su manejo no se le daba particularmente mal. Sin embargo, en su niñez no pudo profundizar demasiado sus conocimientos en ese campo: su padre no debía olvidar que tenía una hija y no un hijo, y que enseñarles tales cosas era algo impropio. Además, de no haberlo hecho quizás habría prolongado un poco más su vida.
Sin embargo, el tiempo tuvo que pasar y con ellos, tuvo que aumentar la curiosidad de la pequeña, que en ese entonces ya se comenzaba a caracterizar por sus descontroladas rabietas. Llegado un momento, las prácticas con la espada desaparecieron y esto desató la ira y la disconformidad de la pequeña. ¿Para qué le daban algo que luego le quitarían? ¿Por qué no podía seguir jugando con la espada? Una noche, una rabieta totalmente fuera de control y una afilada espada fueron los ingredientes para acallar estos reclamos. El resultado fue, por desgracia, la muerte del duque y la duquesa. Por supuesto, en esos momentos Edvige no fue conciente de la magnitud del daño que había causado. Solo tenía seis años cuando aquello ocurrió, ¿Cómo iba a saber que todo eso ocurriría? Al pecado le siguieron días de silencio y un confinamiento al lado de su abuelo paterno, el duque Miharo Gianetti. Aquellos largos años que le siguieron a su vida, junto al duque, no fueron ni por asomo los más felices de su vida. Quizás divertidos, pero no felices.
Miharo, además de estar algo mayor para tratar con niños como Edvi, era de una mente sumamente cerrada y, por supuesto, todo un machista. Sus creencias parecían ser del todo dogmáticas y religiosas, pero al momento de pagar por sus pecados… bueno, digamos que no valdría la pena esperarlo. Edvi aprendió a imitarlo con el tiempo y este carácter, tan tenso por parte del hombre, resultó ser un tanto útil para ella después de todo: así pudo aprender a valerse por si misma y hasta a intentar impresionar (o sacar de quicio, lo cual era mas o menos lo mismo) al señor. Además, no se le tenía una especial estima por haber asesinado al único hijo varón del duque, y eso con el tiempo le enseñó a vivir junto con el desprecio. Con semejante familia, ¿Quién no? Otra “habilidad” adoptada desde Miharo es la de la falsa Fe. Cualquiera que conociera medianamente a Edvige y su familia afirmaría sin lugar a dudas a que esta es toda una católica devota, pero nada está más alejado de la verdad. ¿Dios, mandando al infierno a todo el mundo por cualquier tontería? Si acaso existiera un Dios, Edvi está segura de que no sería así. Además, si fuera verdad, ¿Qué quedaría para ella? Os doy una pista; empieza con “i”.
Finalmente, y tras largos años de espera, la salud de su abuelo acabó por traicionarlo y a sus veintidós años Edvige quedó como dueña de todos los bienes materiales de su abuelo y, de más está decirlo, es toda una duquesa. Edvige no dudó en aprovechar su reciente libertad y, a pesar de tener que actuar de una manera fastidiosamente discreta, fue capaz de echar mano a la fortuna familiar y hacer algún que otro viaje al extranjero, además de contentar la gran parte se sus berrinches. Sin embargo ya con unos cómodos veinticuatro años, en cuanto a pensar en el matrimonio, Edvige prefiere no hacerlo. ¿Para qué rayos quiere un hombre que la mantenga atada y la prive de todo? Si todos son como los hombres que ah conocido, un “no, gracias” está de maravilla. En ese aspecto, echar mano a su fachada de católica puritana es bastante beneficioso. Aunque claro, una mujer puede darse un gusto de vez en cuando.
Familia: -Miharo Gianetti [Abuelo paterno; fallecido]
-Lutharo Gianetti [Padre; fallecido]
-Acilia Bocelli [Madre; fallecida]
Otros datos: Gustos:
-Leer; preferentemente libros censurados.
-Los gatos.
-Los idiomas; aunque solo sepa un poco de francés y otro poco de inglés gracias a las enseñanzas de su abuelo, le fascinan.
Odios/disgustos:-No hay nada mas repugnante, odioso, desagradable y tedioso para Edvige que… un perro. Edvige odia los perros.
-Que no le den la razón y que la subestimen; si lo hiciste vas por mal rumbo.
Aficiones:-Edvi es una coleccionista empedernida y colecciona desde libros y estatuillas hasta rocas. Sin embargo, sus colecciones favoritas son de objetos religiosos, aquellos en los que la gente cree y valora tanto.
Sueños:-Viajar por el mundo podría ser su mayor ilusión, pero a la vez lo que le deprime. Edvige no es tonta y sabe que aquello es prácticamente imposible. En ocasiones mataría por ser un hombre.
Miedos:-Los perros.
-Perder las espadas de su padre y abuelo, que tanto atesora. Son elementos vitales de sus colecciones.
-Aunque no lo admita, los hombres.
Manías/vicios:-Edvi es del tipo de personas que sienten que desfallecerán si no hacen cierta cosa todos los días. Esa “cosa” puede resumirse en ver su colección de objetos, principalmente rosarios y espadas. Si alguno de estos falta… bueno, es una suerte que viva sola.