Katalin Nádasdy Bathory Princesa
Mensajes : 14 Fecha de inscripción : 05/11/2010
| Tema: Paseo nocturno {libre} Vie Nov 05, 2010 7:32 pm | |
| Inglaterra, su siguiente lugar a visitar. Para salir había tenido que engañar a su madre, diciendo que iría en busca de marido, que tonterías, katalin, con marido?, eso nunca, no había hombre que mereciera a la princesa Húngara, ante sus ojos, nadie era digno de ser algo mas que un simple juguete para una noche, no estaba dispuesta a ligar su vida a alguien, simplemente obedeciendole, para que?, para después llegara a amarle tanto o mas como su madre había hecho con su padre?, no, prefería la soledad que daba el ser soltera, antes que derramar una lagrima por perder al hombre amado.
Para su viaje, había sido acompañada por siete caballeros, guardianes dispuestos a matar y morir en nombre de Katalin, solo con uno de aquellos siete hombres había llegado a pasar una noche, afortunadamente nunca quedaba embarazada, acaso, sería infertil?, bueno, de ser así, había que ver el lado positivo, jamas perdería la hermosa figura que su cuerpo tenía, siempre sería tan hermosa como en ese preciso momento. Dejando a los guardias un poco lejos de ella, se adentro en las calles obscuras de Inglaterra, teniendo sobre ella una capucha de color negro y un antifaz de igual tono, portando bajo estas prendas, un vestido de color escarlata, el mismo tono que la sangre, la cual siempre había estado presente en su vida y mas por aquellas peculiares costumbres que su madre tenía después de buscar los servicios de duvrillia.
Lilith, era como le llamaban en las calles de Hungría, haciendo "honor" del nombre, por el misterio de su verdadera identidad, la cual, solo daba a mostrar que era de gran belleza y una pasión incontenible, fuese hombre o mujer su "juguete", ella siempre se mostraba igual, no había diferencia alguna entre unos y otros, después de todo, solo era un pasatiempo. La noche entre las calles de aquel lugar era fría, pero no tanto cono en Hungría, por lo que podía andar por allí con gran tranquilidad, dedicándose a buscar con la mirada a su próximo juguete, tenía ya un par de semanas que no había logrado encontrar a alguien que le entretuviera, claro, sin contar a su guardia.
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