Visita guiada [Charles Brandon]

Duquesas Mensajes : 135 Fecha de inscripción : 01/11/2010

Londres, Londres, Londres, era uno de esos tantos dias donde el Sol intentaba asomarse por las nubes dejando que el Día fuera de lo mas agradable para la gente del pueblo y para los nobles que vivían en sus comodas camas. La Duquesa se despierta bastante temprano, algo no tan común en ella pero que ultimamente estaba repitiendo, aunque tenia que admitir que no le molestaba para nada, despues de todo podría disfrutar de su amada Inglaterra por mas horas de iluminación. Sus damas de compañia la ayuaron con un nuevo vestido, era de un color azulado, toques negros y como siempre las mangas algo mas cortas, como a la Duquesa le gustaban, un sombrero de acompañamiento con los mismos colores, combinando perfectamente, arreglando su pelo de manera prudente, en un perfecto moño que dejaba caer sus arreglado cabello ondulado por uno de los costados de su cara.

Decidio como todas las mañanas, visitar el palacio de su Majestad, despeus de todo pronto se quedaria una temporada en el, gracias a su Alteza, la princesa Mary Tudor, no aguantaba las ganas que tenia de recorrer mejor el palacio junto con la pequeña princesa. Igualmente se enmarco al castillo pidiendole a sus damas que le avisaran al amado padre que volvería lo mas temprano posible para poder estar con el. Llegando a la enorme entrada del palacio fue ayudada a bajar del carruaje, para dirijirse a los adentros del palacio, sabiendo que algunas partes no le eran permitidas sin Su Majestad presente, se paro un momento en los pasillos pensando en el mejor llugar para ir, deicidio ir a su lugar preferido de todo el castillo, el jardin privado, como adoraba ese grande y colorido jardín, siempre la animaba cuando estaba en conflictos con sigo misma o simplemente para pasar un buen rato.

Llego a los jardines, y se asomo a unas flores que le llamaron la atención, no estaban completamente abiertas, les faltaba unos dias seguramente, pero extrañamiente le llamaban mas la atencion que las abiertas que habian por los distintos lugares del jardín, decidio moverse un poco mas mientras saludaba a distintos nobles que se paseaban por la zona, sin duda era interesante ese lugar, cualquier cosa podria pasar.

Duques Mensajes : 16 Fecha de inscripción : 07/11/2010

Otro día más y se cortaría la sesera. Ya era el cuarto día en que su ayuda de cámara prácticamente lo arrastraba fuera de la cama a esas horas de la mañana. No es que no le gustase la luz del sol, no es que fuera a derretirse bajo él pero su cuerpo necesitaba mínimo unas doce horas de descanso. Más aún habiendo estado despierto gran parte de la noche, pensó mientras sus labios se alzaban en una pícara sonrisa recordando a la belleza que minutos antes de la llegada de John, había escapado de su alcoba. Recordaba su belleza de porcelana, curvas allí donde una mujer debía tenerlas, grandes ojos ambarinos y cómo no… unos deliciosos pechos. Todo lo que un hombre esperaba tener cada noche en su cama. Era una pena que él se quedara con todos esos trofeos mientras otros tenían que contentarse con simples fulanas; no por ello menos interesantes, se dijo colocándose mejor la capa oscura de armiño sobre sus hombros. Mañana fría y húmeda la que les daba los buenos días. Gracias a Dios bajo ella vestía unas largas calzas negras y su ya habitual toga de combinados verdes, marrones y negros; con algún que otro toque de azul, resaltando así su viva mirada.

Echó las manos a la espalda y comenzó a caminar por los jardines buscando con la mirada alguno de sus amigos. No había mejor manera de empezar un día que tomando un buen desayuno amenizaba por una buena conversación. Debería sugerirles la idea de salir de caza, hacia largo tiempo que no practicaban el deporte y Charles lo extrañaba.

Varias personas lo saludaron con cortesía, otras –mejor dicho, maridos sabedores de sus andanzas nocturnas— se limitaron a fulminarlo con la mirada a lo que él respondió con una leve pero, ciertamente, burlona sonrisa. A fin de cuentas, no podía evitar ser tan atractivo entre el género opuesto. Continuando su caminata descubrió un nuevo rostro que aún no había examinado con detenimiento. Apuró sus pies hasta dejar una distancia entre el cuerpo femenino y él de unos dos metros. Tras unos instantes, consiguió alcanzarla sin mucho esfuerzo hasta que caminó a su par, dedicándole alguna mirada furtiva a sabiendas de que lo vería.

Duquesas Mensajes : 135 Fecha de inscripción : 01/11/2010

Que maravillas, pensaba para sus adentros, todas las flores eran hermosas, detras de su casa tenian un jardin pero definitivametne en extension y en belleza le ganaba este jardin, seguramente disfrutaria mucho de estos jardines en su estancia con la princesa, claramente pensando que la princesa os dejaria un tiempo libre para disfrutar de ella misma, despues de todo, estaba dispuesta a ayudar a la joven princesa en todo pero no podia hacerlo a menos de tener unos tiempos para ella misma, no seria justo para su persona y suponia que la princesa Tudor lo entendía. La joven saco una flor que estaba casi cayéndose de la rama, con un pequeño movimiento lo tenía entre sus manos, llevandosela a la cara, la olfateo, el aroma era simplemente exquisito y la joven suspiro mientras volvia a caminar nuevamente por el jardin, buscando nuevas flores y aromas para descubrir.

Paso poco tiempo para que la Duquesa se diera cuenta de una presencia mas en el jardin ademas de ella, poco tiempo despues de realizar esto, siente que alguienla sigue caminando a la pas de ella, levemente gira la cabeza para encontrar a la persona que la habia estado viendo; nada mas y nada menos que Charles Brandon, claro que lo conocia, quien no lo conocia era seguramente extranjero o inculto, Duque de Suffolk, como dicen el amigo mas cercano del Rey Henry Tudor que se conoce. Definitivamente alguien de interes, habian llegado a sus oidos rumores sobre conductas del joven Duque pero no era quien para juzgarlo, la joven se llevo una mano al pecho y sonrie amablemente-Su Gracia, no lo habeis visto, os ruego que me perdone- dice la joven haciendo una reverencia correspondiente despues de nombrar al Duque, defintivamente alguien apuesto, ademas de que el Duque parecia tener bastante confianza en si mismo, otra cosa que a la joven Duquesa le agradaba, talvez demasiado

Se detubo por unos instantes, ya que no caminaria mas por el jardin, a menos que el Duque lo propusiera, como le habian enseñado, era de mala educacion seguir un paso mientras un noble mas os saluda, juega con la flor que antes habia cojido y la deja en su mano derecha- Que mal de mi, me presentare, Clarisse Balizari, su gracia, miembro de la corte- dice la joven sonriente de su posicion ademas de tener una vista furtiva del joven que tenia adelante, un buen partido definitivamente pero tenia que ver como este jugaba sus cartas para saber si tenia que avanzar

Duques Mensajes : 16 Fecha de inscripción : 07/11/2010

Charles no perdía de vista a la pequeña figura que caminaba a su derecha. Obviamente, la repasaba con la mirada sin ningún disimulo. Ya era de sobra conocido su interés por las féminas, ¿por qué ocultar su deseo a esas alturas? Sin embargo, al poder tratarse de una famosa figura de la nobleza, detuvo su examen exhaustivo en el rostro de la dichosa. Ojos marrones oscuros, grandes y expresivos, tremendamente tentadores. Al igual que sus curvas pronunciadas escondidas bajo ese elegante vestido. Suffolk se repasó los labios antes de inclinar de nuevo la cabeza ante el freno de la dama. La escuchó con atención, mirando su boca generosa antes de ascender de nuevo a sus ojos. No estaba muy bien visto mirarlas demasiado pero… ¿Acaso no les gustaba sentirse deseadas?

Sonrió cortésmente ante sus palabras reparando entonces en la flor que tenía sujeta en su mano derecha. ¿Le gustaban las flores? Bien le regalaría alguna si su gracia le daba pie a un acercamiento más íntimo y delicioso, desde luego. Sopesó la idea de seguir caminando pues el aire matutino hacia que sus ideas sexópatas se fueran lejos de su cabeza pero ya que la dama en cuestión pareció frenar, decidió darle el gusto… por el momento.

—Deduzco por vuestra sonrisa que ya me conocéis –respondió ante su mirada—. Sin embargo, debo presentarme, ¿cierto? Charles Brandon, milady, Duque de Suffolk para servirla. –Besó su mano e hizo una leve reverencia ante la dama, incorporándose seguidamente hasta devolver la mirada en su rostro. No sin antes dejar una suave y cálida caricia en la palma de la joven—. Es un placer conocer a alguien nuevo y tan… interesante a estas horas de la mañana, ¿no creéis? Parece que mi día a mejorado sustancialmente –continuó, esbozando una de sus mejores sonrisas, una de aquellas que cautivaban—. ¿Dando un paseo para airear vuestras ideas, excelencia?

Duquesas Mensajes : 135 Fecha de inscripción : 01/11/2010

Defintivamente a la joven le complacia el comportamiento del joven, disimulando su tan despierto interes y curiosidad por el joven Duque, mostrando simplemente una sonrisa de costado en su rostro. Miraba determinadamente todos los gestos del Duque, siguiendo cada paso, parecia decirse que el joven noble estaba interesado en la Duquesa, esto la satifacio mucho, pero nuevamente lo disimula con la mejor de las sonrisas que una joven de la nobleza podria poner en estos casos, sabiendo ya, que el interes en el sexo femenino por parte del Duque de Siffolk era bastante evidente. Mientras lo escuchaba jugaba con la flor en su mano, una manera indirecta de indicar su gusto en ese preciso momento, mientras posaba sus manos adelante de su cuerpo, motrando una cortesia, digna de una duquesa, enseñada por su fallecida madre y adorado padre.

El joven tomo la mano de ella, depositando un beso en ella como todo un caballero de estas épocas, pero no dejo de notar que el joven dejo una pequeña caricia en ella, la joven le sonrio levemente divertida y coqueta, como siempre ella. Escuchando el primer comentario asintio levemente con la cabeza, sosteniendo esa sonrisa picara y que en su cara se mostraba de costado- La verdad que si, su Gracia, ya estar paseando sola se me hacia algo molesto incluso en este bello lugar, pero la compañia siempre es bienvenida- dice la joven nuevamente jugando con su rosa tranquilamente, mientras evitaba la mirada del joven Duque de manera infantil e inocente, una de sus tantas facetas coquetas, que sabia que a los hombres gustaba, o al menos, a la mayoria de ellos. Obervo la sonrisa del joven y no pudo evitar por unos momentos levantar la mirada para mirarlo a los ojos para despues contestar- Nuevamente tiene razon Exelencia, aunque especialmente hoy decidi pasearme por el simple placer de estar en los hermosos jardines del Rey- dice la joven mientras ahora si se decidia a mirar al Duque

Con curiosidad, camino un poco frente al Duque y lo mira de costado- ¿Y usted, Exelencia? que se debe esta visita a los jardines, debo decir que no lo veo a menudo por estos lados-dice la joven sonriente, sabiendo que ella siempre estubo en estos jaridnes sin rastro de el joven Duque Brandon

Duques Mensajes : 16 Fecha de inscripción : 07/11/2010

A pesar de la insistencia de la joven en disimular su contento por las reiteradas muestras de afecto, si, llamémoslo así, que le dedicaba, por suerte o por desgracia, Charles ya tenía una larga carrera con las mujeres a sus espaldas y conocía muy bien cada gesto, sonrisa o mirada. Sabía a la perfección que aquella conversación tan amena y, esperaba, productiva estaba gustándole a la joven. Por eso continuó dedicándole sonrisas y miradas sin cesar. Quizás, no esa noche o la siguiente, la joven caería en su cama como otra de las muchas anteriores. Sería muy fácil colarla en sus habitaciones si la dama en cuestión residía en Palacio, cosa que debía averiguar sin demora. ¿Por qué, cómo, cuándo y dónde? Las preguntas claves sin respuesta… por ahora, se dijo Charles viendo como, inocentemente, coqueteaba con él a través de su rosa. Rosa que acarició con fingido embelesamiento.

—¿Dios hace que nazcan y vos os juntáis? –preguntó refiriéndose a la rosa y a ella, desde luego. Un pequeño elogio nunca venía nada mal, mucho menos tratándose de una mujer, como él bien sabía. Escuchando sus palabras no pudo menos que sonreír abierta y deliciosamente—. Me alegro entonces de haber venido a vuestro socorro, mi señora –dijo invitándole con una mano a seguir el camino puesto que varias personas de la nobleza los seguían de cerca y con la mirada. No se alejarían demasiado, no quería comprometer a tal belleza tan pronto—. Cierto es, milady, que el rey tiene muy buen gusto con sus jardines, estancias e… invitadas. Por cierto, lady Clarisse, ¿por qué estáis aquí? ¿Cuál es vuestro trabajo en Palacio? –preguntó sin ánimo de coqueteo, simple interés. Caminando lentamente, le sonrió y dedicó una mirada maliciosa—. Os he visto por una de mis ventanas y me dije, ¿por qué no alegraros el día, duque? Siempre son taan aburridos sin una buena compañía… —bromeó y no lo hizo.

Sin embargo, rió. No quería asustarla. Habiéndose olvidado momentáneamente de su objetivo acudiendo a los jardines alzó la mirada para buscar a sus amigos. Los muy bribones debían seguir durmiendo puesto que allí no había nadie. Pero mejor. Más tiempo le daban para estar a solas con la belleza que estaba a su lado.

Duquesas Mensajes : 135 Fecha de inscripción : 01/11/2010

Sin duda esta mañana habia estado mejorando desde que el duque se le acerco, su padre, si la viera diría que nuevamente con el coqueteo, aunque no creo que os moleste que realmente sea con el Duque, despues de todo es intimo amigo del Rey, si ya la llevo a las manos de este mismo, no cre oque le molestaria estar con el Duque. Se lo que penseis, que la joven Duquesa es demasiado promisqua, pero su gusto por lo hombres es limitado ademas de que ella siempre usa el juego previo, llamelo como quiera, pero le hara dificil el trayecto hacia los aposentos del joven Duque. Si este no se cansa demasiado temprano, talvez le de una oportunidad, despues de todo, todabia podia observar las miradas furtivas y sonrisas, que tenia que admitirlo, le hacian mas dificil disimular su contento con la situacion, ya que generalmente no eran asi de expresivos con ella, alguna sonrisa o dos, pero no una tras otra como lo hacia el señor Brandon. A su mismo tiempo siente como el duque acaricia la misma flor que ella misma habia recojido.

Un elogio, quien lo diria, un elogio que le hizo reir de manera divertida y coqueta, no contesto simplemente se limito a sonreir, escuchando sus comentarios lo miro de costado mientras volvian a caminar tranquilamente- Mi posicion en la corte es de Duquesa, ademas de esto, recientemente la princesa Mary Tudor me pidio ser su dama de compañia, instalandome en el castillo por una temporada- dice la joven sonriendo satisfactoriamente para ella misma, habia logrado la mayoria de sus metas, por el momento. Escuchando sus comentarios, sonrio bastante complacida y nuevamente dedico una mirada rapida al Conde- Ahora estoy en el castillo preparando todo, vera, la princesa quiere que esa orden se cumpla de inmediato-dice la joven seriamente pero siempre mostrando su tipica sonrisa complacida

Mirando a sus alrededores podia notar la presencia de distintos nobles, que claramente la conocian de las reuniones de la corte o de sus caminatas por los jardines. Mirando al joven Duque rio complacida-Entonces os agradezco, Exelencia, me ha alegrado el dia. Espero poder retornar el favor pronto-dice la joven mirando al joven nuavemnte con una sonrisa entre picara y divertida, para nuevamente dirijir su mirada a su Rosa

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