Charles Brandon Duques
Mensajes : 16 Fecha de inscripción : 07/11/2010
| Tema: Casting Charles Brandon Dom Nov 07, 2010 8:53 pm | |
| Los primeros y tenues rayos de luz, escondidos aún por las contraventanas, que se colaron por las rendijas que las mismas dejaban, lo despertaron. El potente sol tardío lo hizo gruñir a medida que su cuerpo se estiraba bajo las mantas que lo cubrían. Se revolvió el pelo sintiendo un pequeño y menudo cuerpo femenino a su lado. Toda la alegría que pudo haberlo embargado al ver la dulce sonrisa de la mujer tendida a su lado se vio chafada por un terrible ruido instalado en su cabeza. La cabeza comenzó a latirle con una pulsátil cadencia, protestando dolorosamente por aquel ruido incesante y por la falta de sueño. ¡Iba a volverse loco! Maldito ruido, aquel desquiciante ruido. Era un pitido que le taladraba el cerebro como si de una vara incandescente se tratara, un sonido constante que le estaba haciendo perder el juicio poco a poco. Si pudiera ponerle fin…
No iba a levantarse. No iba a hacerlo. Hundió más la cabeza en la almohada, luchando contra el impulso de abrir los ojos y ver lo que ocurría.
De pronto el silencio reemplazó todo rastro de ruido. Charles supo que la suerte había acudido a su llamada. Cerró los ojos con fuerza, se fundió en el cuerpo que tenía al lado y siguió durmiendo remontándose e un viejo sueño olvidado. Sin embargo la felicidad le duró poco. Un suspiro y un murmullo de una voz con profundo acento inglés, con aire de superioridad.
Lo que siguió fue el agua más fría de todo Londres caer en su cara y pecho como un aguacero en tormenta. Un alarido salió de la boca de Charles y por acto reflejo, como si de un muelle se tratase, se alzó de la cama lo que lo llevó hasta el suelo con sábanas incluidas.
Un grito sofocado interrumpió la multitud malsonantes palabras que salían de su boca.
Charles miraba atónito a su amigo, que sonreía con desfachatez devorando el cuerpo femenino de su cama, pero duró poco, y su desconcierto dio paso a la furia.
—¿¡Qué demonios te ocurre!? –bramó dando un salto para cubrir a la mujer que agradeció la prenda otorgada.
Su amigo carraspeó y con la expresión más adusta prosiguió.
—Solamente quería ver con mis propios ojos que habías llevado a cabo… tu promesa nocturna. —¿Y acaso no puedes esperar a que te lo cuente a una hora decente, desgraciado? –murmuró entre dientes empujándolo hacia la puerta. —Con todo respeto, excelencia. –La fingida formalidad de su amigo lo hizo gruñir—. Ya son las dos de la tarde. A mi me parece que es una hora perfectamente decente. —¿¡Qué!? —Y ya veo que eres tú, de nuevo, quien se lleva el saco con el dinero del mismísimo rey –murmuró el hombre, bromeando. Había intentado que la mujer no lo escuchara pero…—. Lo siento –siseó entre risas su amigo.
El dolor de cabeza regresó como presagiando algo malo. Con fastidio, pasó una mano por su cara tratando de despejarse, pero al tratar de abrir más los ojos el dolor aumentó. Había bebido demasiado ayer, ese maldito ponche combinado con el whisky de sus compañeros estaban haciendo añicos su cerebro. Y si eso fuera poco, una mujer enfadada fue lo que salió de debajo las sábanas.
Como siempre, las mujeres tenían la tendencia de ser de lo más inoportunas.
—¿¡Una apuesta, milord!? –gritó la mujer envuelta con la sábana—. Eso soy para vos, ¿cierto? —Vamos, Sallie… Él sólo bromeaba –susurró el aludido dedicándole una mirada de reproche a su amigo—. ¿No veis, mi bella dama, que ni siquiera se ha movido de ahí? Quiere veros, contemplaros… Lo que le pasa es que se muere de envidia. Envidia por no haber poseído un cuerpo como el vuestro –susurró en el oído de la dama que pareció ceder ante sus palabras—. Iros ahora. —Milord… —¿Si? –Charles deslizó la mirada hasta los labios carnosos de la mujer antes de ascender de nuevo a su mirada. —¡Iros al infierno! –gritó, dándole una buena bofetada.
Acto seguido, en sábana como estaba, salió airosa de su habitación haciendo que los dos hombres, a pesar del buen golpe que se había llevado uno de ellos, se echaran a reír. Charles cruzó la distancia que los separaba y golpeó su hombro con fingido enfado. Su amigo le devolvió un ligero movimiento de cejas.
—Dios bendito. ¿Desde cuando la luz del día es tan insoportable? —Desde que su excelencia se ha tomado muy en serio el trabajo de las cocineras y decidió conservarse como una fruta en alcohol —dijo su amigo mientras le ofrecía la mano y lo ayudaba a pararse. —En seguida bajo –bufó Charles invitando a su amigo a abandonarlo. —No nos hagas esperar. –Tras la advertencia el hombre salió de su habitación dejándolo solo.
Ignorando la mirada de reprobación tan familiar de su ayuda de cámara, le instó a que le preparara un baño y escogiera un traje adecuado.
—Hay una dama esperándoos, milord. —¿A mí? –preguntó con fingida sorpresa. —Es de pésima educación hacer esperar a una dama —dijo John con retintín. —Sólo en algunas circunstancias, John… sólo en algunas.
Charles gimió para sus adentros cuando se paró cerca de la ventana y un rayo de luz dio directamente en sus ojos. Por unos instantes, lamentó los excesos de la noche anterior. Bueno, no los lamentaba del todo, la noche había tenido sus partes buenas, pensó con picardía.
Pero como todo lo bueno, tenía su precio y comenzaba a pagarlo.
Seguramente esa noche, por culpa de su querido amigo, se quedase sin probar de nuevo el voluptuoso cuerpo de esa doncella francesa. Maldición, decían que las francesas sabían usar la boca a la perfección y no se equivocaban. ¿¡Quién había dicho amistad!?
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Anastasia Romanovna Zarina/Admin
Mensajes : 122 Fecha de inscripción : 27/10/2010 Localización : Junto a él, siempre.
| Tema: Re: Casting Charles Brandon Dom Nov 07, 2010 9:35 pm | |
| PERSONAJE OTORGADO. Puede comenzar a realizar la ficha y registros (: | |
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