Carlos V, Rey y Emperador.

Rey Mensajes : 56 Fecha de inscripción : 01/11/2010

Nombre completo:
Carlos V

Apellidos:
De Austria, Habsburgo.

Grupo:
Realeza española.

Título:
Rey de España y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

Edad:
28 años.

Sexualidad:
Heterosexual.

Religión:
Católica.

Originario/a de:
España.

Descripción Psicologica:
- Decidme, Majestad, ¿alguna vez habíais soñado con tal Imperio? -
- ¿Soñar con tal Imperio?, yo no necesité de soñarlo -
- ¿No necesitásteis de soñarlo...?, ¿a qué os referís, Majestad? -
- Dios me lo concedió sin si quiera pedirlo, por tanto, no puedo considerarlo como sueño -
- Olvidé, por un instante, lo conectados que estáis los Reyes con Dios -
- Olvidáis una cosa, amigo. Yo soy Emperador -

Mangnífico, grande, César entre Césares, Rey entre reyes, Emperador por excelencia. Carlos fue dotado así, con esa suerte, simplemente porque la divinidad del majestuoso Dios se lo tenía preparado. Algo completamente erróneo, pues la gracia de Dios posada en un mísero mortal hizo de éste una arrogancia pura y dura que pronto afectaría a todos sus territorios dominados. La importancia y supremacía de Carlos terminaría por ser conocida por todos y cada uno de los rincones del Mundo. En concreto por sus enemigos, seres envidiosos de la preferencia de Dios por el hombre español.

Si comenzamos a analizar la conducta del Emperador del Sacro Imperio, podemos comenzar diciendo de él que se trata de un perfecto estratega. Al igual que la araña que engulle a la mosca, Carlos es capaz de apresar a cualquier individuo entre sus garras con el fin de sacar el mayor partido de él. Lo moldea a su gusto, lo controla con artes temerarias e impecable artillería de convincción para finalmente deshacerse de él tras haberle arrebatado todo tipo de información necesaria.
Debido a la afición por el ajedrez desde bien pequeño, la mente de Carlos es capaz de transformarse en un completo tablero en el cuál ejecuta sus jugadas. Hábil, ingenioso y completamente seguro de sí mismo; todos y cada uno de los movimientos realizados siempre mostrarán un "Por qué". El Emperador es de los hombres que piensan que si no muestras un poco de astucia, jamás conseguirás los objetivos propuestos. Es por ello, por su flamante don a la hora de crear buenos planes, que tiende a sentirse como un personaje superior a los otros. ¿Con ello me refiero superior a los demás monarcas?, sí, en efecto. Carlos tiende a mostrar esa actitud, en concreto con los seres que creen que la espada está por encima de la inteligencia humana.

Amado por su pueblo y adorado por las gentes que lo componen. Desde bien pequeño, Carlos ha objetido la aprobación de todas y cada una de las personas que han logrado conocerle. Si bien esto se debe a su inmenso poder adquirido, también se puede unir a la actitud agradable que puede llegar a ser encontrada en el joven monarca. A simple vista y bajo esa mirada acechante del español, no se puede evitar pensar de Carlos que se trata de un hombre indiferente y comúnmente interesado en sus beneficios. Que aún siendo también así, también es cierto que busca el beneficio de los demás. De su pueblo. Pues si éste se muestra completamente en desacuerdo con su mandato, su caída puede ser capaz de amanecer en cualquier momento. Algo que realmente no desea debido a la comodidad de su posición.
Muestra una cabezonería fuera de lo común, algo que le impide dar su brazo a torcer. Todo lo dicho, se hace. Todas sus normas, se cumplen. ¿Y si no?, ¿y si alguien se atreve a cuestionarle?, el castigo puede ser peor que la muerte.
Emperador justo, ese hombre que se replantea las decisiones una y otra vez hasta encontrarse de acuerdo consigo mismo. Amante de sus gloria, sus gentes, de las mujeres y de la buena educación. Carlos es incapaz de aceptar a una persona a su lado si ésta no se muestra cualificada en lo que a comportamiento se refiere. No soporta las malas formas y mucho menos los malos gestos. Y es, por tanto, que no podrá callarse los comentarios hacia este tipo de actos si ve alguno en su presencia.

Elegante y refinado, un joven que debido a las curtidas enseñanzas aprendidas de niño ha logrado llegar a formarse como un perfecto hombre. Aquel que se mantendrá en silencio cuando hables, aquel que dará su opinión de manera cordial y sin alteración alguna, aquel que tratará a las mujeres como la más hermosa creación caída sobre la Tierra. Ese Emperador sabio, culto, que se hunde entre papeles día a día y disfruta de una buena hora de lectura cada día que le ayude a crecer aún más. A volverse más poderoso, más inalcanzable. Convertirse en la imagen y semejanza de un Dios lejanamente lejano. Un guía para todas las personas que se encuentran perdidas y no saben como re-encontrarse.
Hombre sereno, que no soporta las niñerías y mucho menos las idioteces. ¿Pretendes hablar con él de una manera totalmente fuera de la racionalidad?, puedes ir despidiéndote. No contestará. Ni si quiera mostrará empatía o amabilidad hacia ti. Esfúmate, no quiere saber nada de ti si lo que vas a soltar por esa boca se basa en palabrería estúpida y sin sentido.
No soporta la vagueza y mucho menos la falta de trabajo en las personas. Él, que es exigente de nacimiento, que nació con un enorme cargo bajo su brazo, imposible. No puede aceptar tales conductas como son la falta de interés. Aléjate, entonces, pues Carlos no desea tampoco a su lado personas que disfrutan de su título y no hacen nada para conservarlo.

Hombre apasionado, completamente entregado a las mujeres que ama y adora. En concreto a su esposa, de la cuál ha caído completamente enamorado. La única que realmente consigue activar su siempre desorientado corazón. Un hombre que no puede evitar deshacerse en los brazos de toda mujer que desee transmitirle su cariño. Las trata como a Diosas, como a seres divinos que debe tomar y poseer. Regalos de un Dios demasiado bueno y considerado. Fantasías de su noche, dulces pecados en los cuáles caer y dejarse llevar. Manzanas del Edén que no dudará en probar si a sus pies caen. Ellas. Féminas venenosas y de las cuales no debería si quiera confiar debido a sus artes de seducción. Pero que lo hace. Porque le gustan. Porque le encantan. Porque le vuelven loco. Aún más si el rostro de Isabel, su esposa, se encuentra entre ellas.

Callado cuando algo le concierne, distante cuando debe serlo y cercano a cuanto familiares y amigos se refiere. ¿Un hombre de conducta "sosa"?, en absoluto. Tan solo hay que conocerlo demasiado para comprender que él es el primero en acudir a alguna celebración o reírse de cualquier chiste sin sentido. Porque sabe pasárselo bien, sabe incluso reírse de sí mismo. Un hombre activo, siempre sumido en su trabajo y en la devoción que siente por ser dueño de Imperio conocido. César allí donde vaya. Envidiado por todos los rostros que observa día a día. ¿Un hombre con suerte?, no. Un hombre convocado por Dios.

- ¿Qué ocurrirá tras su muerte, Majestad?, ¿qué será de todo lo conseguido? -
- Mis hijos tomarán el poder que yo les cederé -
- Mi Señor, pero vos, aún no habéis concebido hijos con vuestra esposa Isabel -
- ¿Acaso hay que tener miedo?, Dios me dará un hijo dentro de poco. Dios me lo concede todo -
- ¿Por qué, Señor?, ¿por qué creéis que Dios...? -
- Porque soy su favorito -

Descripción Fisica:

Spoiler:

Historia:
Durante la celebración de un baile en el palacio Casa del Príncipe de Gante, Flandes, la embarazada Juana comenzó a sentir fuertes dolores en el vientre. Creyendo que se debían a una mala digestión, acudió al baño y allí, sin ayuda de nadie, dio a luz a su segundo hijo. Ella, desde un principio, quería ponerle el nombre de Juan en recuerdo de su fallecido hermano, pero finalmente fue bautizado como Carlos por deseo de su padre y en recuerdo de su bisabuelo. Y es que, desde niño, Carlos fue tratado como una futura promesa para el pueblo español. Antes de que cumpliera un año, Felipe -su padre- nombró al pequeño duque de Luxemburgo.
Felipe y Juana partieron hacia España para ser jurados en las Cortes como sucesores de los Reyes Católicos y dejaron a Carlos al cuidado de Margarita de York. La cual, con el paso del tiempo, sería sustituida por Ana de Borgoña debido a la vejez de la primera. Por aquel tiempo, Carlos, alejado de España. Tras varios años sin pisar tierras españolas, Fernando, consciente de que Carlos podría ocupar algún día su trono, envió a un profesor para que le enseñara castellano y las costumbres españolas, aunque cuando el príncipe llegó a España años después aún no dominaba esta lengua.

Su infancia y adolescencia fue meramente un aprendizaje para saber ocupar un trono que sería suyo por completo. Fue por tanto que cuando su abuelo Fernando II de Aragón redactaba su último testamento. En él, nombraba a Carlos Gobernador y Administrador de los Reinos de Castilla y León, en nombre de la reina Juana I, incapacitada por su enfermedad. En lo concerniente a la Corona de Aragón, el rey Fernando dejaba todos sus estados a su hija Juana, nombrando, también en este caso, Gobernador General a Carlos en nombre de su madre. En pocos años, tras la muerte de su padre, Carlos decidió tomar su corona y convertirse en Rey de España anticipándose a todas las decisiones.

En 1521 Manuel I, rey de Portugal, muere y es ahí cuando comienzan las intensas negociaciones entre los dos países de la Península Ibérica. Tres años después de lo sucedido, aún con las disputas de las negociaciones, es Isabel la que se uniría a Carlos I de España y V de Alemania.
Hoy en día, la relación entre Carlos e Isabel parece establecer mejores condiciones que las halladas en un principio. Carlos, en estos momentos, lo único que desea es un hijo. Un descendiente capaz de dominar con todo el Imperio quetiene a sus pies. Un descendiente que Isabel debe darle.

Familia:
-> Felipe el Hermoso {Padre}
-> Juana I de Castilla {Madre}
-> Fernando I de Habsburgo {Hermano}
->Maximiliano I de Austria {Abuelo Paterno}
-> María de Borgoña {Abuela Paterna}
-> Fernando II de Aragón {Abuelo Materno}
-> Isabel I de Castilla {Abuela Materna}
->Isabel de Portugal {Esposa}

Otros Datos:

#Gustos:
-> Las mujeres. En concreto las elegantes y refinadas.
-> La comida y la bebida. Disfruta de buenas cenas o espectaculares banquetes.
-> Disfruta siendo quién es. Ama que las personas le respeten por su magnificencia.
-> Los paseos rutinarios a caballo. Todos los días disfruta de uno.
-> Las partidas al ajedrez donde, sencillamente, es invencible.
-> Las cartas, algo que disfruta jugar contra mujeres. Solo y exclusivamente ellas.
-> La música y el buen arte.
-> Los bailes de máscaras logran sonsacar su lado infantil, podría decirse.
-> La cacería junto a las apuestas. No, no le gusta perder.
-> Isabel de Portugal, su Reina y Diosa.

#Odios/Disgustos:
-> Enrique VIII.
-> Perder todo el poder que ha estado reuniendo durante años.
-> La osadía e impertinencia.
-> Los herejes que pretenden rebelarse.
-> La mala educación y pésimas formas.
-> Los fuertes ruídos, los detesta.
-> La vaguez de las personas y el trabajo mal hecho.
-> Las malas noticias.

#Aficiones:
-> La caza, disfruta de una buena partida en Invierno -sobretodo-
-> Coquetear con cualquier mujer bella de Palacio. Le vence.
-> Los bailes y las obras teatrales.
-> Los buenos libros -Maquiavelo-.
-> El arte de las partidas de ajedrez.

#Sueños:
-> Sueña, por encima de todo, tener una descendencia grande, resplandeciente e inteligente que sepa llevar su Reinado con cabeza.

#Miedos:
-> Fallecer a causa de alguna enfermedad. En concreto, fallecer sin tener descendencia alguna.

#Manías/Vicios:
-> Fruncir el ceño cuando hay algo que no comprende.
-> Tiende a quedar absorto en muchas ocasiones, dejando a la persona con la que está hablando con la palabra en la boca.
-> Una de sus manías es la de pasar, inconscientemente, dos de sus dedos por sus labios.
-> Doblar siempre la servilla antes de empezar a comer. Una manía que mantiene desde pequeño.
-> Tiene la manía de observar a las personas como si fuese a comérselas. Algo que logra hacer confundir a la gente.

Tema: Re: Carlos V, Rey y Emperador. Lun Nov 01, 2010 7:53 pm

ACEPTADO
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