Teodor0 Ivánovich Príncipe
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| Tema: Teodoro Ivánovich Mar Nov 02, 2010 7:09 pm | |
| #Nombre completo: Teodoro
#Apellidos: Ivánovick
#Grupo: Realeza Rusa
#Título: Príncipe
#Edad: 16 años
#Sexualidad: Hetero si le preguntan, bisexual en su interior
#Religión: Iglesia Ortodoxa Rusa
#Originario/a de: Rusia
#Descripción Psicológica: {Mínimo 10 líneas} Teodoro, para comenzar, olviden por completo la personalidad que debió heredar de su padre, pues es totalmente opuesto a él y odia que lo comparen con ese horrible ser. No es que le odie en sí, pero el terror que siente por él le hace desear que él no fuera su padre, mientas que sus enormes diferencias le obligan a sospechar que no es posible que sean familia, y aun menos directa.
-Teodoro, baja de las nubes cariño. -¿Por qué? Se está bien allí arriba. -Porque tu padre te manda buscar para hablar contigo. -Entonces dile que las nubes me han secuestrado...
Teodoro es un soñador nato, se ha pasado casi toda su vida viviendo en su propia nube de felicidad que el mismo se proporcionaba. Los padres de otros niños no eran muy felices con la noticia de que sus hijos fueran a jugar a casa de Ivan el Terrible ni que el hijo de tal bárbaro fuera a jugar a la suya. No es que le dijeran que no, pero eso de ser amigos a la fuerza no era algo que Teodoro disfrutara. Gracias a ello, su imaginación de convirtió en su mejor amigo, los libros la nutrían y llenaban su cabeza de mil y una historias que el protagonizaba, jugando solo en el bosque. Bueno, solo para el resto de personas que le vieran, pero él estaba perfectamente acompañado... por los seres que plagaban esas historias.
Puede que el hecho de no tener amigos le hizo más blando que otros chicos, Teodoro no disfrutas con las peleas, no goza con el sufrimiento ajeno, aborrece la política y la guerra, y que reza por que otro hermano herede el trono, puesto que él no lo quiere ver ni en pintura. Es un muchacho dulce, entrañable, puede que algo ingenuo y algo frágil, todas ellas, calidades que su padre detesta en alguien. Puede que un hombre adelantado a su época, se podría considerar como uno de los primeros románticos, un chico que respiraba arte por cada uno de sus poros. Amante de la literatura, seguidor de la pintura y enamorado de la música, Teodoro no podría vivir sin ninguna de ellas. Lo que a su padre le parecen mariconadas, para él son la razón de su existencia. Podría destacar en todas ellas si pudiera dedicarles tiempo, pero por sus obligaciones e impedimentos puestos por su progenitor.
-Teodoro, ¿tu crees en el amor? -¿Que si creo en el amor? El amor es la razón de que tú y yo respiremos, es la razón del que el mundo gire, es la razón de que los pájaros vuelen por el ancho cielo... el amor lo es todo. -Vaya, no pensé que fueras de esos. -Ya, con este padre, ni tu, ni nadie..
Teodoro es fiel seguidor del amor, pero no de amor en si... sino de todo tipo de amor. Cree que el amor no se recude a casarse con quien le manden, ni el encontrar a ese alguien que te haga especial, para él el amor es algo más complejo: va desde el cuidar la naturaleza, que tantas cosas nos da; hasta la pura y cruda lujuria a la que tantos hombres sucumben; pasando por lo que siente un niño la primera vez que escucha el sonido meloso de una flauta, o al entrar en una amplia catedral, decorada hasta al medula. Para él, el amor es cada sensación o emoción que uno siente. Aunque el miedo, la tristeza, la muerte, la desolación y todos sus derivados y parecidos, no entran en esa definición. Solo los sentimientos y las emociones "buenas" pertenecen a la definición de Teodoro del amor. Nunca ha estado con una mujer que no sea su madre, así que del tema romántico solo sabe lo que ha leído, pero tiene algo claro, cuando pueda su búsqueda de la perfecta mezcla entre amor, al más puro sentido de la palabra, y el placer, serán su principal motivación.
Muchas veces le han acusado de ser afeminado, por sus gustos, su manera de ser, su pasión por la belleza y la búsqueda de la perfección; por su obsesión por el amor, por todas las cosas que su padre detesta de él, aunque no sea abiertamente... por todo ello junto, es cierto que Teodoro parece más una mujer que un hombre, pero si en verdad no hay hombres así, el mundo se está perdiendo muchas cosas; o esa es la opinión de Teodoro. Pero si otra parte, la de aventurero encarnecido que sueña con vivir mil y una aventuras, que luego escribir con verdadero entusiasmo en el mejor libro que se pueda soñar, es una prueba de su hombría. Además, de el oculto secreto que esconde: su sed de sexo y de caer en la mayor tentación de todas: la lujuria.
#Descripción Física: {Foto o, por el contrario, argumenta no menos de 10 líneas}
Teodoro, un chiquillo de uno 16 años de edad, de aspecto inofensivo, de sonrisa soñadora, de carácter dócil y suave. Teodoro es exactamente lo que aparente y aparenta exactamente lo que es: Sin pasarse de alto, pero de altura elevada para su edad; piel pálida como buen miembro de la raleza, en especial de la rusa; ojos azules brillantes como una turquesa bien pulida y unos cabellos dorados mezclados con otros más tirando a tostado; labios gruesos y dentadura perfecta. Esa es la descripción técnica de Teodoro. Su sonrisa feliz y sincera es el mejor regalo que el te podrá ofrecer, sus ojos siempre te cuentan lo que siente o piensa, sus mejillas son las peores aliadas a la hora de guardar un secreto, pues se sonrojan con facilidad; su tez perfecta y lisa, sin ningún tipo de vello facial o imperfección, es una muestra más de su juventud y del clima que está acostumbrado a respirar; su pelo de tonos dorados, fueron un regalo de su madre al concebirle; su cuerpo modelado, mas no musculado, defiende que es un buen caballero, perfectamente adiestrado, pero que no tiene mayor interés en ellos que el que pone en mirar las mariposas volar y sus manos suaves, relatan una vida fácil, sin necesidad alguna de trabajar. Esa es la descripción adecuada, la que Teodoro merece.
#Historia: {Mínimo 10 líneas} Bueno, todo el mundo conoce la historia anterior al nacimiento de Teodoro. Su padre heredó el trono y atemorizó como ninguno a toda la población de su reino y de otros que lo conocían; eligieron a la que sería su mujer de entre las jóvenes nobles en edad de casarse y como buenos monarcas, tuvieron descendencia. NO es la historia más bonita, romántica o espectacular del mundo, pero es la historia que ha de contarse.Teodoro fue el tercero y último de los hermanos Ivánovich, siendo el pequeño y el mimado de la familia (El mayor de los tres, murió al poco de nacer, ahogado accidentalmente en un rio). Bueno, todo lo mimado que pueda ser el hijo de un hombre frio y calculador que exige hombría hasta los propios bebes. Aun así, al menos contaba con una madre preciosa y cariñosa que si sabía darles a los dos niños lo que necesitaban: amor, cuidados y atención. Lo que necesita cualquier niño para salir adelante, crecer y poder convertirse en un hombre. Hemos dicho que eran él y sus hermanos, ellos formaban la familia "real", puesto que luego existían los hijos que tuvo con otras mujeres, bastardos o reconocidos; antes de casarse con la madre de Teodoro. Se llevaba increíblemente bien con su hermano, aunque fuera mayor y a veces dejara a Teodoro de lado, este le admiraba, ya que tenía el apoyo absoluto de su padre y en el veía su legado, mientras que Teodoro era el otro, el que quedaría bien de príncipe, puesto que no ansiaba el trono, y no existirán disputas por el.Ambos crecieron juntos, pero no revueltos. Ivan (su hermano), siempre un gran caballero, un increíble luchador, un perspicaz joven, listo como pocos en temas de guerras y en la historia de las conquistas de su padre; por otro lado, Teodoro, que dedicaba las tardes a perderse por el bosque en busca a aventuras que nunca encontraba mas allá de su imaginación, dedicando su tiempo a enriquecerse culturalmente, en temas artísticos. No se podía ser mas diferentes, además, el rubio y pequeño; Ivan, moreno y robusto; se notaba a 1º vista a que progenitor había salido cada uno. Teodoro no tendría mas de 14 años el día en que murió su hermano, el un principio le contaron que había muerto en un entrenamiento con espadas que se había salido de lo debido, Teodoro lo creyó fielmente de los labios de su madre, pero no leyó la mentira de sus ojos. Teodoro se entristeció y sus historias, pasaron ase melancólicas, sus ganas de salir de palacio aumentaron, pues cada cosa allí presente, le recordaba a su hermano. Para colmo, al ver su padre en quien debía recaer el trono, tras la muerte de su hijo, comenzó a intentar cambiar al que le quedaba. Prohibiéndole las distracciones, dejándole salir de palacio cada vez menos, etc. Teodoro no podría sentirse peor, o eso pensaba. Iluso,Había pasado más de medio años desde su decimoquinto cumpleaños, era ya un joven bien formado y sus paseos por el bosque no habían disminuido, pero había dejado las aventuras de piratas, luchando con palos contra el aire, para decantarse por dejarse caer cerca de la orilla del rio, a suspirar por alguna joven y a imaginar cosas de un chico de su edad. Cosas impuras. Su entrenamiento se había intensificado y las horas que pasaba con su padre al día eran mayores, con su padreo o con algún profesor que intentaba meterle en la cabeza cuestiones políticas, o estrategias guerreras, cosas que a Teodoro le importaban un comino, o menos. Por un descuido o por el simple hecho de captar su atención, el profesor dejo escapar algo como esto: << ¿que quieres? ¿Que tu padre se vuelva se vuelva a enfadar y también te mate a ti? >>. Para Teodoro fue un gran impacto, llegando incluso a coger a su maestro por el cuello y apuntarle con la espada. Consiguió convencerle de que si se lo contaba, el guardaría la boca cerrada; y así fue como descubrió que su padre había matado a su hijo por error, en un ataque de ira, dándole un golpe contundente en la cabeza con la punta metálica del bastón.Desde ese momento, Teodoro huye, literalmente, de su padre siempre que puede evitar verle. O se hace el sordo, o cualquier excusa con tal de no verle la cara. NO es miedo solamente, sino asco. Ambos mezclados en con combinado de mentiras y secretos. Si ya pensaba que su padre era un monstruo pro todo lo que había hecho, al enterarse de lo de su hermano, monstruo le parcia una palabra muy pobre. Quiere salir de allí, conseguir partir de viaja a cualquier sitio, lejos de su padre, lejos de su reinado del terror, a un lugar donde poder ser el mismos sin presiones; a un lugar en el que ser "libre", donde poder empezar a disfrutar del amor, de su personal punto de vista del amor; donde dejarse llevar y, sobretodo, un lugar donde comenzar aventuras...
#Familia: -Ivan IV (el Terrible) - Padre -Anasatasia Romanova - Madre -Demetrio Ivánovich {Fallecido} -Ivan Ivánovich - Hermano {Fallecido}
#Otros datos: Gustos, odios/disgustos, aficiones, sueños, miedos, manías/vicios. --Gustos-- *Pintura, música y escritura. *Soñar despierto *Probar cosas nuevas *Que el sorprendan *Los manjares dulces *Naturaleza
--Odios/Disgustos-- *Las mentes cerradas *La gente bruta y sin modales o educación *Que le llamen marica o cosas por el estilo pro tener cierto nivel de cultura *Su padre
--Aficiones-- *Como dije antes, la pintura, la escritura y la música *Aprender cosas nuevas (e interesantes) *Parajes naturales *Pensar
--Sueños-- *Huir lejos *Ser libre y no reinar *Probar cosas nuevas lejos de su "hogar", todo tipo de cosas *Perder la virginidad
--Miedos-- *Su padre *Reinar *Descubrir que le gustan los hombres *Acabar solo y sin probar el amor
--Manías-- *Se aparta constantemente el pelo de los ojos con la mano y se lo vuelve a poner con un sutil movimiento de cabeza. *Muchas veces se queda mirando a la nada con expresión ausente, en su mundo. *Se muerde el labio al pensar *Pocas veces mira a la cara al hablar
--Vicios-- *Los dulces en si (Por ahora no hay mas, pero solo por falta de oportunidad)
Última edición por Teodor0 Ivánovich el Jue Nov 04, 2010 5:00 pm, editado 7 veces | |
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