lujos, dinero, poder... todo eso me pertenece a mi y solo a mi no puedo permitir que nadie me arrebate todo eso, la razón es bien simple me aburriría mucho si no se cumpliesen mis caprichos y aquí sentado en el gran trono de mi padre reflexiono sobre mi, me gusta el poder si.. pero no la responsabilidad y pensar que mi padre me a hecho tomar la mano de una mujer.... bueno no es una simple mujer es la que se convertirá en mi futura esposa se trata de nada menos que de la ilustre Aliena Dawson del lejano reino de Inglaterra ... yo podría decir que estoy nervioso... y mentiría aunque también podría decir que no lo estoy y también os mentiría... la verdad es que no me apetece contaros mis emociones y sentimientos pues creo que no son asunto de nadie, excepto míos.
Tratase de un asunto harto importante que estoy a punto de enfrentar, por fin conoceré a la mujer que padre eligió para que sea mi buena compañera de por vida, no me gustaba la idea de tener que renunciar a las demás mujeres pues ellas era mías y solo mías si alguien mas se atrevía a tocarlas tomaría medidas pero de eso no tenia por que enterarse mi dulce prometida, como era de costumbre una sonrisa muy picara se dibujaba en mi boca sonriendo como un chico travieso al que se le acababa de ocurrir una diablura mas, y como siempre cuando en mi mente gozaba de plenitud sobre mis deseos, algo interrumpió...
- mi señor la doncella a llevado a su prometida a ala este del castillo esta junto al Rey y la reina, por favor acompáñeme, mi señor
el inútil de mi sirviente personal, Nicolay, solía interrumpirme cuando mis pensamientos flotaban cual nube en el gran azul cielo
- Estúpido asegúrate de llamar a la puerta antes de entrar, así que ya a venido eh... *lleve una de mis manos a mi boca mordiendo la uña de mi pulgar pensando en mil cosas cada una muy diferente a la anterior con una sola imagen en mi cabeza... Aliena Dawson y a pesar de ser yo un caballero con mi futura esposa si... pero también podía sacar algo de provecho de esta relación - vamos a encontrarnos con la hermosa dama, Nicolay... *Nos encaminemos hacia la sala de estar del castillo donde en cuestión yacía mi gran padre junto a su hermosa mujer, mi madre, unos cuantos sirvientes que mantenían su vista firme al vacío de la sala y donde pude ver a una hermosa dama la cual se suponía que era ella... mi hermosa prometida, un nudo bajó de mi garganta hacia mi estomago expandiéndose y como un susurro mis bellos se erizaron por mi columna hacia arriba haciendo abrir mis ojos admirando a aquella preciosa mujer que se situaba sentada frente a mis ojos
trague saliva y me acerque a ella con paso principesco - Buenas mi señora, yo soy Viktor, Viktor Vasnevdov, es un placer conocerla al fin la chica me miro con ojos curios, cierta dulzura emanaban de ellos lo que hacían que mis pelos de la nuca volviesen a erizarse como la vez anterior, cerré mis ojos y con una reverencia tome su mano besándola delicadamente cual hermosa y delicada figura de cristal, tome asiento justo frente a ella sin perder el contacto con su fantástica y dulce mirada al igual que su blanca sonrisa donde de a poco empezamos a conversar y a conocer a la que seria mi brillante prometida