Sentada el los Jardines Privados del palacio de Peterhof, la dulce chica admiraba la belleza de estos, la brisa tocaba su cara como una sutil caricia y alborotaba un poco sus cabellos dorados que estaban recogidos en la mitad de su cabeza dejando algunos rizos sueltos , tomo en sus manos una pequeña florecilla que llevo instintivamente hacia su nariz olfateando su esencia ; Hacia pocos días que se había trasladado ha ese lugar para tomar el papel de la nueva institutriz de los futuros hijos del Zar y la Zarina de Rusia , no sabia que le esperaría en aquel sitio pero con su actitud optimista pensaba que poco a poco se adaptaría al lugar que la había cautivado desde la primera vez que piso el lugar y noto las hermosas estructuras del palacio.
La Joven no había hablado con casi nadie en el palacio , solo con el Zar y algunas servidumbres que le habían indicado donde seria su nueva alcoba y donde podía colocar sus cosas , y aunque intentaba poder sacar conversación con cualquiera al parecer en ese lugar no estaban acostumbrados a charlar , todos siempre estaban en silencio acatando y realizando sus labores correspondientes, por eso había salido la joven a recorrer el lugar que tanta atención le llamaba pasar las horas enteras en su habitación la aburrían un poco , así que tomo unos de sus libros favoritas saliendo de sus aposentos y fue así como llego a los Jardines en donde decidió sentarse un rato para admirar la belleza del lugar, tomando una bocana de aire fresco se sentó en uno de los bancos colocando el libro en su regazo.
Marja estaba muy Agradecía con el Zar por darle la oportunidad de invitarle a la corte , ser institutriz era para ella su pasión , era lo que la llenaba en vida, educar a los hijos de las familias era un privilegio para ella , los niños eran su debilidad por esa razón cuando estaba con ellos les brindaba todo el amor y dedicación , les enseñaba y educaba como la había enseñado a ella y al parecer su trabajo no era en vano , los padres quedaban muy satisfechos por sus labores que era muy bien reconocida y por esos reconocimientos fue que ahora esta aquí, y se esforzaría para que el Zar y la Zarina de Rusia no se arrepintieran de su decisión de formar a sus hijos y llenarles de entendimiento y conocimientos.
Levanto su libro y con sus sutiles manos abrió las paginas de este justo donde lo había dejado , le encantaba la poesía y en sus tiempos libres aprovechaba para embriagarse con uno de ellos , entre sus autores Favoritos estaban Juan Boscán , le fascinaba la forma en que mediante cada verso expresaba lo mas hermosos sentimientos del ser humano y el significado que tenia el del amor; Para Marja era la única forma de poder saber como era ese sentimiento ya que no había tenido la dicha de saberlo.
Con una voz Melodiosa y cálida cito los versos con una emoción que le embargaba al leerlo. "Amor es bueno en sí naturalmente" era una de las poesías que mas le cautivaba.
Amor es bueno en sí naturalmente,
y si por causa dél males tenemos,
será porque seguimos los extremos
y así es culpa de quien sus penas siente.
El fuego es el más noble y excelente
elemento de cuantos entendemos,
mas tanta leña en él echar podremos
que al mundo abrasará su fuerza ardiente.
Cuanto más si le echáis otras mixturas
de pez o de alquitrán para movelle,
como aquéllas que eché en mis desventuras;
por donde en el ardor de sus tristuras
tan quemado quedé, con encendelle,
que en mi rostro se muestran mis locuras.
Al final una sonrisa nostálgica apareció en sus rosados labios mientras volvía a colocar el libro en su regazo y un deseo el cual siempre estaba ahí en sus corazón y en sus alma se revelaba pero al mismo tiempo ella los calmaba , por que siempre sabría que nunca experimentaría ese sentimiento de dicha-
... y así es culpa de quien sus penas siente -repitió otra vez una parte del verso del cual se sentía identificada y con esas ultimas palabras volvió a levantarse para así tomar camino al palacio , a su habitación ...a su solitaria Habitación.